sábado, 8 de marzo de 2014

Naranjas de la China: Yangzhou




Debería haber publicado esta entrada hace ya tiempo, pero como soy un desastre pues la he ido apartando hasta hoy. No porque Yangzhou no sea una ciudad bonita -que lo es- sino porque mi estancia en la ciudad fue muy corta -una visita exprés de reconocimiento- y pocos días después partí para Hong Kong y ya se me nublaron los sentidos.

Yangzhou es una ciudad histórica de la provincia de Jiangsu, y queda relativamente cerca de Tianchang, a tan sólo una hora de carretera. Tenía curiosidad por conocer esta ciudad al norte del Yangtsé, que fue capital del sur de China durante la segunda dinastía Sui. Así pues, tomé un autobús desde Tianchang por la mañana temprano y, en aproximadamente una hora, estaba en Yangzhou.

El día era claro, pero hacía un frío tremendo, lo que es normal en esta zona de China en pleno enero. Después de registrarme en el hotel, camino hasta el Lago Estrecho del Oeste, una de las razones por las que he venido. El lago es famoso por sus parques, kioscos, puentes y su pequeña pagoda blanca. La entrada es carísima -120 yuans, unos 15 euros- sobretodo en comparación con los precios para entrar en la Ciudad Prohibida de Beijing o para acceder a la Gran Muralla, que no pasan de los 45 yuans.

No había mucha gente en el lago, en parte por ser un día laborable, así que pude pasear con tranquilidad y recorrerlo de punta a punta. Tomé fotos de las barcas, los patos y el famoso puente de mármol. Luego me acerqué a la Pagoda Blanca, pequeña pero hermosa, junto a la cual hay un minúsculo templo del que salen cánticos budistas.





Ver el lago por completo te lleva una mañana entera, así que, al salir, fui a comer arroz a un restaurante muy cerca del mismo. Para los que no vayáis mucho a restaurantes chinos, os informo de que el famoso arroz frito Yangzhou no se llama así por ser el plato típico de esta ciudad, aunque hayan tratado de apropiarse la receta, que es cantonesa. A diferencia del arroz frito tres delicias, el de Yangzhou tiene un color más oscuro porque lleva salsa de soja.

Después de comer, di un paseo por el centro de la ciudad, limpia y ordenada. Luego me acerqué a lo que ellos llaman Times Square, que viene a ser un centro comercial chino. En China hay tres tipos de centros comerciales: los que parecen más bien mercados desordenados y caóticos, con muchas pequeñas tiendas chinas; los centros comerciales chinos al estilo El Corte Inglés y los centros comerciales de estilo occidental, que acogen Starbucks, Zara y similares.Este lugar en concreto era del segundo tipo, aunque en las plantas subterráneas esconde un mercadillo de productos de imitación en el que podéis perder el tiempo regateando.



Por la noche, cené en la calle. Compré unas brochetas y algo de fruta. El frío era bastante intenso, así que volví pronto al hotel. A la mañana siguiente y después de realizar algunas compras, regresé a Tianchang en el autobús. La corta visita resultó agradable y de gran utilidad. Siempre va bien saber que a poca distancia hay una ciudad bastante bonita y con algo de vida occidental. Sin duda volveré a Yangzhou, la próxima vez, a inspeccionar la noche, ¡pero habrá que esperar a que pase este largo invierno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Di lo que piensas, ¡es gratis!