martes, 2 de julio de 2013

Naranjas de la China: Verdades y mentiras sobre la República Popular (segunda parte)




En la entrada correspondiente a la primera parte de este listado mencioné algunos tópicos acerca de la vida en China y la cultura y forma de vida de sus habitantes. Con esta segunda entrada, quisiera cerrar el listado. Recordad que lo que vais a leer está fundamentado en mi opinión personal tras casi diez meses viviendo en una pequeña ciudad de China. No es la verdad absoluta ni pretendo demostrar nada, simplemente es un modo de hacer balance de lo vivido en estos últimos meses tan lejos de casa y en un entorno tan diferente.

13. LOS CHINOS SON TODOS IGUALES, PERO SE DISTINGUEN FÁCILMENTE DE JAPONESES O COREANOS: MENTIRA

Cuando entré por primera vez en un aula y vi sesenta alumnos chinos allí mirándome, pensé "No sé cómo c... voy a diferenciarlos". Pues bien, al cabo de un mes o dos ya diferenciaba todas las caras y con un poco más de tiempo me aprendí los nombres como pude. No son todos iguales, obviamente. Ni las caras, ni los cuerpos, ni los peinados... ni siquiera los ojos. Por otra parte, me hace gracia cuando algún conocido dice cosas como "Las chinas no me gustan, pero las japonesas sí". Eso es como decir que las alemanas y las austríacas son tan distintas que las podéis distinguir. No os lo creéis ni vosotros. Cuando llegué a China, mi jefe, que es de Singapur aunque de etnia china me reconoció que ni siquiera entre ellos se distinguen, que es casi imposible saber si alguien es chino, japonés o coreano a no ser que vaya vestido de algún modo concreto (los japoneses y coreanos son más extravagantes) o hasta que abre la boca para hablar. Así que si un chino no puede distinguir a los suyos de los vecinos, ¿qué os hace pensar, almas de cántaro, que vosotros sí? Es cierto que en algunas zonas de China, los rasgos son muy característicos, pero hablamos de rincones cerca de Mongolia y Rusia o de zonas rurales apartadas. El chino "común", por llamarlo de algún modo, es casi imposible de distinguir de un japonés. A las pruebas me remito. Si habéis visto la película Memorias de una Geisha, supongo que sabréis que dos de las actrices principales son chinas (aunque hagan de japonesas) y que hay otra que es de Malasia. Con eso lo digo todo. Además, en más de una ocasión, yo misma he pasado por ser china de no-sé-qué-provincia... Es lo que tiene llevar el pelo liso y tener los ojos pequeños...

14. LOS CHINOS ODIAN TODO LO QUE HUELA A JAPONÉS: VERDAD

Verdad como un templo. Y hay motivos. Históricamente, los japoneses han tenido siempre la sana costumbre de ir por ahí invadiendo países (no sólo China, sino también Corea, Filipinas, Tailandia, Malasia, Birmania...). Así es difícil hacer amigos. Yo siempre digo que Japón es en Asia lo que Alemania es en Europa, siempre tocando los huevos en el terreno militar y llevando la batuta en lo económico. Además son más guapos, limpios, nobles y civilizados a ojos de los occidentales.  Lo japonés tiene siempre más prestigio que lo chino. Los chinos saben de esto, saben que en occidente preferimos a los nipones. Por si fuese poco, Japón es un país orgulloso de ser un símbolo capitalista, y China es un país ¿comunista? De esto mejor hablo más tarde. La cuestión es que, entre las sucesivas guerras e invasiones (por un país que encima es más pequeño), el prestigio de lo japonés en el mundo y que, hasta no hace mucho, la estela económica a seguir también era la japonesa (aunque ahí las cosas sí han cambiado...), pues vamos, que los chinos no tragan a los japoneses. Hablo en general. Algún chino que otro he encontrado que admira lo japonés (o que incluso habla japonés), pero pocos. Los chinos quieren a los japoneses tanto como los ingleses a los franceses... quizá menos, incluso. No es raro escuchar a la gente joven echar pestes de Japón y decir que algún día pagarán por sus pecados... Cuando les preguntas por qué no superar ya ese odio, te contestan que Japón sigue tocando los huevos, boicoteando a China, invadiendo islas de vez en cuando y que nunca han pedido perdón por masacres como la de Nanjing, entre otras razones de peso para odiar al país del sol naciente.

15. LOS CHINOS BEBEN MUCHO ALCOHOL: VERDAD A MEDIAS

Los chinos relacionan la ingesta de alcohol con ciertas convenciones sociales. Beben como cosacos cuando quieren agasajar a un invitado, cuando hay que cerrar algún trato o negocio importante y cuando hay alguna celebración. Además, beben licores chinos de alta graduación y las cervezas chinas, aunque suaves, vienen en "botellines" de 600 mililitros. En una cena, nunca rechacéis un brindis ni pongáis mala cara si os sirven más alcohol aunque no queráis beberlo. Además no se puede beber si no brindas con alguien.
Sin embargo, en su vida diaria no tienen costumbre de beber alcohol, como hacemos nosotros, que bebemos vino o cerveza con las comidas de manera normal. Ellos prefieren su agua caliente o té, o refrescos entre la gente joven que, por cierto, no acostumbra a beber alcohol hasta vomitar como pasa en occidente.

 16. CHINA ES UN PAÍS COMUNISTA: VERDAD A MEDIAS

No os llevéis las manos a la cabeza. Sí, China es un país comunista. Al menos en la teoría. Hay algunos aspectos de la vida diaria que lo demuestran. Por ejemplo, el buen número de celebraciones patrióticas que tienen lugar cada año, con sus respectivos desfiles militares, claro. Además, hay una estricta censura que pretende controlar a los mil cuatrocientos millones de chinos que habitan el país. Como nadie quiere que un tweet o un evento de Facebook altere a la población y se líe parda, pues se controla internet, bloqueando páginas, fotografías, vídeos, redes sociales...y, por supuesto, el porno (aunque mi asistente china me dijo el otro día que la gente de mi barrio ve mucho porno...). Como profesora, en clase, no puedo hablar de religión ni de política. China es el país más maravilloso del mundo mundial. Y punto. No obstante, la ansiedad consumista y el despilfarro visible en cada rincón de la China urbana le hacen a uno olvidarse de que esto es un país comunista y del propio Mao, que, eso sí, tiene un retrato enorme en la plaza de Tiannanmen, donde, al parecer, nunca pasó nada.

17. LOS CHINOS VIVEN MUCHOS AÑOS: VERDAD A MEDIAS

En China es normal ver ancianos muy, pero que muy mayores, haciendo su vida diaria sin demasiados problemas. Aquí se respeta mucho a la gente mayor, así que lo de los asilos o las residencias de ancianos no es común. Muchos abuelos en España están hechos polvo con setenta años. Yo conozco una señora que vive en mi calle, tiene 98 años, va al mercado y sube cuatro pisos con la compra. Luego se baja a jugar al mahjong toda la tarde... Sin embargo, lo cierto es que las nuevas generaciones de chinos, a pesar de los avances médicos, tienen que soportar una vida con más estrés, comen peor y hacen menos ejercicio. Así que habrá que ver si estas nuevas generaciones serán tan longevas. La gente del campo, además, vive lejos de hospitales, dentistas... Por lo pronto, sólo Macao y Hong Kong (que son dos administraciones chinas, aunque independientes) están en la lista de los diez países más longevos del mundo. Actualmente, la esperanza de vida en el resto de China es bastante más baja que en España. 

18. LOS CHINOS SON GENTE MUY ESPIRITUAL: VERDAD A MEDIAS

La religión tradicional china se rige por las bases del budismo, el sintoísmo, el taoísmo y el confucianismo. A los templos acude la gente mayor y... los turistas. La gente joven está menos ligada a la religión y a la espiritualidad que sus padres o abuelos. La meditación, el Tai Chi y otras disciplinas relacionadas siguen existiendo y podéis ver a gente practicarlas en los parques o plazas de las ciudades, pero es bastante obvio que la espiritualidad de la China ancestral se está perdiendo con la apertura de China al mundo global.

 
19. CHINA ES UN PAÍS QUE NO SE PREOCUPA POR EL MEDIO AMBIENTE: VERDAD

A un chino no le vengas tú a hablar de reciclaje, ni de veganismo, ni de coches eléctricos o placas solares. Éste es  el segundo país del mundo que más contamina. En algunos años será el primero. Aquí se fabrica de todo y para todo el mundo. Hay demasiados habitantes, demasiados coches, aparatos de aire acondicionado... La gente no separa los residuos (además no hay cómo hacerlo...) ni se preocupa de nada que tenga que ver con el crecimiento sostenible. Francamente, espero que se pongan las pilas con este tema, porque nos va el pellejo a todos...
 

20. LOS CHINOS SÓLO PUEDEN TENER UN HIJO: VERDAD A MEDIAS

En 1978, el gobierno chino aprobó la Política de hijo único para controlar la superpoblación (una sexta parte de la población mundial vive aquí, casi cinco veces la población de EEUU en un territorio sólo un poco mayor). Lo que sucede es que, dado que el castigo por infringir esta ley es una multa, si quiero tener dos o más hijos, pago y andando. Además, dicen las malas lenguas que a la ley le quedan dos telediarios...


21. EL CHINO ES UN IDIOMA MUY DIFÍCIL: VERDAD

Soy profesora de idiomas. Siempre me han gustado las lenguas extranjeras y he tenido cierta facilidad para aprender algunas. No obstante, y tras tantos meses en China, mi mandarín es, como poco... lamentable. En primer lugar, en China se hablan cientos de variedades dialectales. Dentro de la misma provincia hay diferentes hablas y a veces ni entre ellos se entienden. Para entenderse utilizan el putonghua o lengua estándar (mandarín). Hablamos de una lengua muy lejana de la nuestra en los mapas lingüísticos. No es italiano, o francés. La escritura es ideográfica (un caracter, una idea, no un sonido). No hay sílabas tónicas y átonas, es una lengua tonal (hay cuatro tonos distintos) por eso suena tan musical, como si cantasen. Así que no, no es fácil ni mucho menos. Yo he aprendido cuatro cosas (saludar, pedir permiso y por favor, dar las gracias, números, días de la semana, colores, etc) en diez meses. Es cierto que no pensaba quedarme otro año y que no he puesto mucho interés en aprender. Supongo que en vista de que me quedo, me tocará ponerme en serio con el zhonghuo, dicen que es el idioma del futuro...


China no es un mal país, no toméis a mal mis reflexiones. China es un país con sus cosas buenas y malas, con su gente maja y borde. Una cultura distinta que a veces choca por lo curioso o divertido y otras veces por lo irritante. Yo recomiendo a todo el mundo venir a China de vacaciones, conocer este país tan interesante y sacar conclusiones propias. Vale la pena cruzarse medio planeta aunque sea sólo por dar un paseo por la Gran Muralla o comer unos dumplings en Shanghai. Yo, por mi parte, me quedo un año más, a ver si por fin aprendo chino...

*Por cierto, seguro que me dejo muchas más cosas relacionadas con los tópicos chinos... así que no descartéis una tercera parte...