viernes, 15 de febrero de 2013

Breve reflexión sobre el amor


Afrodita (Ἀφροδίτη) o Venus nació de una almeja. Vamos, igual que tú y que yo. Además, esa almeja que no es sino una representación de la diosa Gea (la Tierra), fue simbólicamente concebida por los castrados genitales del dios Urano (el Cielo). Resumiendo, esa diosa que en el cuadro de Boticelli se tapa un pecho y su propia almeja con un pelazo rojo que ni Vicky el Vikingo nació de una manera bastante natural dentro de lo que cabe, y esto es bastante surrealista cuando de por medio hay mitología griega. El caso es que Afrodita fue creada por y para el amor, y aún así, acabó casada con Hefesto, un dios herrero y jorobado que era algo así como el saldo del Olimpo. Lo que pasa es que Afrodita tonta, lo que se dice tonta, pues no era. Así que le echó el ojo a Ares (o Marte), dios de la guerra, que se ve que le daba la caña que toda diosa precisa. 

En algunos mitos, Eros (Cupido) era hijo de Afrodita y Ares, de ahí que el pequeño arquero  encarne dos versiones distintas aunque compatibles del amor: la romántica (en el siglo XXI son las rosas rojas, los bombones y demás), que le viene por parte de madre, y la pasional (la atracción física, el sexo y el impulso), por parte de padre. Eros estaba enfrentado con Psique (la razón, la mente), porque el amor, como bien sabemos, es cosa de idiotas. Pero es tan bonito...

El caso es que, en una época en la que todos parecen expertos en separar a Afrodita de Ares, al amor romántico del sexual, pues todavía hay quien da una oportunidad a la maravillosa combinación de factores. Y no, no culpemos de esto a los centros comerciales, ellos solamente sacan provecho de algo que está ahí, en el aire, en épocas de crisis como la que vivimos, en la guerra, en el coche, en el cine.... Huy, que me desvío...

En fin, que améis, amad mucho, a quien merezca vuestro amor, eso sí. Y follad mucho también, con y sin amor, aunque preferentemente de esta última manera. Y si os toca lidiar con algún Hefesto, pues sabed que hay Ares por doquier.