domingo, 27 de octubre de 2013

Pasado mañana

 

Que la noche llega fría
y olvidaste tu bufanda
niña, aguanta el aire
soporta los huracanes
que la vida no se inquieta
ni se tambalea.
Sube despacio cada minuto.

Porque sé de tus mareas
y de los arrastres
que sé cómo llegan,
y como se llevan
todo lo que anclaste.
Pero niña, no te duermas
que la luna cambia
y si la luna puede, pues bien sabes...

Niña, lunes, martes...
la noche de antes, el día de luego,
antes de ayer o pasado mañana.
Niña, no te pliegues, que esa lluvia
igual quita que regala.