martes, 23 de abril de 2013

Piedras



Como el guijarro dulce,
me deshilvanas
de los prespuntes de mi conciencia,
entre una pared y un muro
de piedras de algodón.

Me lo dijiste tarde.
Tuve que arrancarlo 
mientras tiraba del hilo,
todo a un tiempo,
deshojada.

Tus palabras eran nudos
con cabos maltrechos.
Nunca me ataste con ellos,
nunca me liberaste de ellos.

Como la roca amarga
me hundes en agua
con sabor al metal
de tu garganta,
y hoy me toca, sin duda,
remendar mi mañana.

2 comentarios:

  1. Nunca me ataste con ellos,
    nunca me liberaste de ellos.

    Deshojada... qué adjetivo tan bueno para este poema. Espero que éste sea un viejo poema, y si no, que haya más de ensueño que de realidad, y si no, que sepas que curiosamente hoy me he levantado con mi historia y a mi manera teniendo que remendar mi mañana. Y, total, una vez uno se a puesto, eso de cambiarlo todo está ahí. ^_^

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    Respuestas
    1. Hola Jorge, no es un poema viejo, lo escribí ayer. Supongo que aún tengo cosas que desempolvarme... y muchas más cosas que remendar. Gracias por leerme y por comentar. ¡Un beso!

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